Pau Garcia-Milà, CEO de IdeaFoster, es conocido como uno de los empresarios más innovadores de España, y también como el emprendedor más joven del país.
Con tan solo 17 años fundó su primera empresa, EyeOS, y desde entonces no ha abandonado su pasión: crear proyectos. Curioso por naturaleza, Pau explica a Foment de la Producció cómo ha conseguido superar la barrera de la juventud para llegar a ser un empresario innovador.
¿Cómo encuentras la inspiración para innovar constantemente?
Hay muchas empresas que hacen cursos y actividades sobre cómo inspirar a la gente, pero yo pienso que si tu trabajo te gusta, vienes motivado de casa. En el fondo, la inspiración no depende de nosotros. Las compañías tendrían que centrar sus esfuerzos en hacer bien aquello a lo que se dedican, así motivarán a su gente.
¿Qué barreras has encontrado a la hora de montar una empresa tan joven?
Nadie nos hacía caso. Íbamos a entrevistas para hablar de nuestro proyecto y nos trataban como niños. Además, yo soy imberbe, lo que me lo pone más difícil (risas). Nos daban ánimos, pero después decían que no comprarían el proyecto para la empresa. Con el tiempo vimos que en todo el mundo menos aquí, lo más importante era la tecnología.
¿Te refieres a España?
Exacto. Hacíamos entrevistas en México donde trabajaba gente de 15 años. Les interesaba la tecnología que les vendíamos y nos hacían preguntes muy técnicas. En cambio, en las multinacionales españolas lo primero que decían era que nos habían visto en el programa de Buenafuente.
¿Cómo lo intentasteis superar?
Cuando creamos la nueva empresa, IdeaFoster, la planteamos con proyección internacional. Con un año de vida, ya trabajamos con más gente de fuera de España que de dentro.
Por lo tanto, ¿la mentalidad no ha cambiado mucho?
Ha cambiado, pero en el fondo en España nos basamos mucho en el “amiguismo”. En el extranjero se fijan más en lo que haces, no en quién eres.
Ahora quizás ya no te tratan tanto como un niño pero, ¿la juventud ha supuesto un problema a la hora de liderar?
Ha habido momentos más tensos. Con 24 años vi que la empresa crecía al mismo ritmo que yo lo hacía profesionalmente, y entendí que eso podía ser un problema. Podía impulsar el proyecto, pero también podía ser un freno. Al final, tomé la decisión más dura que he tomado hasta el momento: buscar un jefe. Pensé que necesitaba alguien a quien no le diese vergüenza hacer una entrevista con una persona que le doblaba la edad.
¿Y acertaste?
Mirándolo con perspectiva, creo que fue la mejor decisión. Encontré a mi socio, Michel, y gracias a eso pude estudiar en Cambridge y ESADE. Aprendí las razones por las cuales tomaba ciertas decisiones en la empresa. Di sentido a todo lo que había hecho hasta el momento sin saber porqué lo hacía.
Ahora que ya has consolidado la empresa, ¿cómo sabes cuándo es el momento de innovar?
Michel siempre me dice que tomo las mejores decisiones en los peores momentos. Los últimos dos años de EyeOs íbamos al límite. Cuando nos compró Telefónica al fin podíamos tener un buen sueldo y comodidades, pero yo me fui.
¿Por qué?
No quería acomodarme. En aquel momento fundé IdeaFoster porque cuando hay un momento de comodidad, yo quiero volver a empezar de cero. Dejé una oficina donde lo tenía todo para volver a un antro sin luz natural porque no teníamos dinero para nada mejor. Creo que mentalmente, hacer una cosa así es bueno. IdeaFoster funcionó bien, y ahora estamos cómodos.
¿Un consejo para aquellos que tienen ideas innovadoras, pero no se atreven a dar el salto?
Que se lo piensen muy bien (risas). Para una empresa es mucho más fácil innovar que para una sola persona. Las compañías tienen un presupuesto y si las cosas no funcionan, el año que viene podrán recuperar el dinero. Un particular tiene que tener la piel muy gruesa para dejarlo todo y comenzar un proyecto por su cuenta.
¿Por las barreras de las que hablabas antes?
Vivimos en un país donde hay muchos jueces de las ideas. Si te va bien, presumirán de haberte ayudado, y si te va mal, te dirán que ellos ya lo sabían. Es una cura de humildad. Cuando empezamos un proyecto nos olvidamos que el fracaso es lo ordinario y el éxito es lo extraordinario. Sé que es un consejo desalentador, pero es lo que me hubiese gustado oír a mí cuando comencé.
Pero sin este consejo, lo has conseguido…
Sí, pero como hay muchos que se retiran por el camino, los premios los acumulamos solo unos cuantos (risas). No éramos los mejores, éramos los más perseverantes.
Pau Garcia-Milà es speaker en la plataforma de conferenciantes y presentadores SPKRS.net. En sus sesiones habla sobre innovación, emprendeduría, tecnología e Internet. En la web de SPKRS.net encontrarán los mejores expertos en gestión empresarial, innovación, inspiración, comunicación y motivación, entre muchos otros temas.