La tecnología diseñada por la empresa permite generar energía eléctrica, térmica o biocombustibles a partir de los residuos.
Los residuos generados en la industria son los llamados Residuos Sólidos Industriales (RSI). Son productos, carentes de valor, que pueden proceder de un proceso de extracción, transformación o utilización de materiales durante una actividad industrial. Las industrias catalanas generaron 3.802.967 toneladas de residuos, según los datos oficinales de la Generalitat en el año 2018, por tanto, su correcta gestión es imprescindible para el medio ambiente.
La gestión de un residuo es el tratamiento del mismo para conseguir su aprovechamiento o su eliminación. El objetivo general será siempre gestionar los residuos de manera que supongan el menor riesgo para las personas y que su procesamiento sea compatible con la sostenibilidad en el planeta. El primer paso siempre será la caracterización de los residuos, analizando las propiedades que presentan y, de ese modo, se podrán evaluar las distintas opciones para su correcta gestión.
Por otro lado, para los residuos no peligrosos, y dependiendo de la cantidad, estos los puede recoger el servicio municipal de recogida de basuras. Sin embargo, si la cantidad de los residuos no peligrosos es importante y son de naturaleza orgánica, Greene Waste To Energy propone su gestión mediante la valorización de los mismos.
La tecnología de Greene permite producir, a partir de los residuos, un gas de síntesis (syngas), totalmente limpio y transformable en energía eléctrica, térmica y en diversos productos de gran valor añadido (biocombustibles, hidrógeno, ceras con aplicación industrial, etc.). Entre los residuos que pueden valorizarse en las plantas Greene están la biomasa, los residuos sólidos urbanos (RSU), industriales u hospitalarios, carbón y madera, plásticos, neumáticos fuera de uso… e tre otros, independientemente de su humedad, composición, poder calorífico o morfología.
Los proyectos diseñados por Greene están especialmente adaptados para industrias que generen muchos residuos valorizables, (tengan altas necesidades energéticas, con turnos de trabajo de 24h (que puedan autoconsumir durante todo el día), y soporten un alto coste de gestión de los residuos que generan. Para ello la empresa realiza un estudio completo para el cliente, analizando su viabilidad técnica y económica. Si el proyecto es rentable, Greene realiza la inversión y el cliente sólo tiene que pagar por la retirada de su residuo.
En definitiva, la opción de gestionar los residuos industriales a través de Greene, permite ser medioambientalmente sostenible, minimizando su entrada en el vertedero y mejorando la responsabilidad social corporativa de la empresa.